Olga Thaureaux Puertas
A veces digo que al parecer los seres humanos estamos “diseñados” para siempre tener preocupaciones encima.
Sí, no se trata de pesimismo, al contrario, de realidades que no podemos obviar, a pesar de todas las adversidades que ya enfrentamos.
Este sábado 1 de junio empieza la temporada ciclónica, hasta el 30 de noviembre. Como sabemos, los cubanos estamos preparados, tanto en la “teoría”, con la realización de los Ejercicios Meteoro y en la práctica porque ya tenemos experiencias de intensas lluvias, tormentas, ciclones e inundaciones…
Recientemente en el espacio televisivo de la Mesa Redonda la Dra. Miriam Teresita Llanes, Jefa del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología, explicó que “para la nueva temporada ciclónica los pronósticos prevén la ocurrencia de 11 tormentas tropicales o huracanes, aunque seis de estos pudieran llegar a huracán. Asimismo, explicó que la probabilidad de afectación de un ciclón tropical a Cuba se ubica en un 40 por ciento”.
La especialista recalcó que el período más activo de la temporada es desde finales de agosto hasta octubre y recordó que lo más peligroso de un ciclón tropical son las lluvias y vientos intensos, la marea de tormenta, las fuertes marejadas y las cosas que pueden ocurrir en la pared del ojo, donde generalmente pasan los fenómenos más severos.
Entonces, es preciso, en primer lugar estar alertas a las informaciones del Instituto de Meteorología y por consiguiente de la Defensa Civil, y lo segundo adoptar medidas desde la individualidad en cada casa y centro de trabajo, al tiempo que los organismos e instituciones que tienen la responsabilidad de la poda de árboles, limpia de alcantarillas y zanjas, desde ahora cumplan con su objeto social.
No confiarnos y tener percepción del riesgo que corremos ante cada fenómeno de la naturaleza, serán las mejores garantías para preservar la vida y los recursos materiales.